Estuvimos donde más se nos necesitaba: garantizando energía y luz en medio del gran apagón
Lideramos la respuesta energética en una jornada crítica, movilizando todos nuestros recursos técnicos y humanos para evitar el colapso de infraestructuras esenciales como hospitales.
El gran apagón que afectó a buena parte del país volvió a recordarnos lo importante que es contar con sistemas de respaldo. Desde nuestra sede en Bergondo, activamos de inmediato un gabinete de crisis que nos permitió asegurar el suministro eléctrico en hospitales, edificios administrativos y otras infraestructuras críticas. Nuestros grupos electrógenos proporcionaron energía en plena oscuridad, mientras nuestro equipo técnico no paraba de trabajar.
Mientras muchas personas buscaban linternas, radios o combustible, nosotros nos convertimos en un pilar energético, actuando con rapidez, coordinación y, sobre todo, con un enorme compromiso.
“La prioridad fue actuar con agilidad, garantizar los servicios esenciales y responder de forma inmediata a las necesidades más urgentes”, explica Ángeles Santos, nuestra directora de RR. HH. y Relaciones Institucionales. “Todo el equipo técnico dio lo mejor de sí. Nadie descansó hasta asegurarse de que ningún servicio esencial quedaba sin energía”.
Gracias a nuestra rápida respuesta, conseguimos mantener en funcionamiento instalaciones clave como hospitales, gasolineras o edificios administrativos. Nos movilizamos al instante para asegurar el suministro en centros como el CHUAC, el Hospital Materno Infantil Teresa Herrera o el Hospital Abente y Lago en A Coruña; el Álvaro Cunqueiro en Vigo; el Hospital 12 de Octubre y el Isabel Zendal en Madrid; o el Hospital de Toledo, entre otros.
Gracias a nuestra rápida respuesta, conseguimos mantener en funcionamiento instalaciones clave como hospitales, gasolineras o edificios administrativos.
“Una de nuestras primeras preocupaciones fue garantizar la atención a familias oxígeno-dependientes. Aunque no suministramos esos equipos, ofrecimos nuestra sede como punto seguro, ya que contamos con nuestro propio generador en marcha. Les comunicamos que podían venir si lo necesitaban. No hizo falta, pero sabían que podían contar con nosotros”, añade Santos.
“Esta situación nos ha servido para visibilizar algo fundamental: la importancia de estar preparados. Durante estas horas, muchos periodistas se pusieron en contacto con nosotros para entender el papel de los grupos electrógenos en casos así, y explicar cómo garantizamos el suministro cuando la red general falla. Lo que vivimos demuestra que la energía de respaldo no es un lujo, es una necesidad”.
Un equipo preparado, una respuesta ejemplar
Nuestro Servicio de Asistencia Técnica (SAT) fue el encargado de coordinar toda la operación sobre el terreno. Marga González, directora del área, lo resume así:
“Establecimos prioridades según cada caso, diferenciamos entre intervenciones telefónicas y presenciales, y organizamos todos los recursos para mantener el mayor número posible de grupos en funcionamiento. Nuestro equipo técnico fue clave para que todo funcionara”.
Desde el primer momento, trabajamos sin descanso para atender las incidencias en la red de clientes. Nuestros grupos electrógenos, diseñados precisamente para situaciones críticas, fueron esenciales para garantizar que instalaciones sensibles no se paralizaran. Son máquinas que generan electricidad a través de un motor conectado a un alternador, y en esta ocasión se convirtieron en la línea de defensa que evitó el colapso.
El equipo del SAT permaneció movilizado durante toda la jornada. Su esfuerzo técnico y humano fue extraordinario.
“La labor de nuestros técnicos fue ejemplar. Su conocimiento y capacidad de reacción fueron decisivos para que, en plena emergencia, la energía llegase justo donde más se necesitaba”.
Prevención y mantenimiento: lo que marca la diferencia
Sabemos por experiencia que estar preparados marca la diferencia. Por eso, siempre insistimos en que prevenir y mantener es tan importante como tener el equipo instalado. Un grupo electrógeno que no está operativo en una emergencia, simplemente, no sirve.
A pesar del pico de demanda registrado durante la crisis, mantuvimos nuestra política de precios sin cambios.
“En momentos como este, lo importante es aportar soluciones, no aprovecharse. Nuestra responsabilidad va mucho más allá del negocio”, concluye Ángeles Santos.
Además de diseñar y fabricar soluciones energéticas a medida, también ofrecemos servicios de mantenimiento integral para garantizar que los equipos estén siempre listos, pase lo que pase.
Hoy tenemos presencia en más de 30 países, y somos un referente en soluciones energéticas personalizadas. Pero esta vez, nuestro papel fue mucho más que empresarial.
“Somos una empresa silenciosa, pero nuestro trabajo permitió que muchas instalaciones esenciales siguieran funcionando”, concluye Santos.
“Nuestro equipo no durmió. La mayor satisfacción fue saber que, cuando todo se apagó, nosotros fuimos luz”.