
y el camino hacia
la sostenibilidad
Antaño el cálculo del dimensionamiento se basaba en la suma aritmética de potencias y con unos factores de corrección del factor de potencia según el número de motores que hubiese en la instalación, el tipo de consumo era más sencillo, se acercaba más al resistivo puro o había consumos que podían serlo en sí mismos. Hoy en día esto es impensable, los aparatos eléctricos que se conectan a una instalación tienen una carga de componentes electrónicos muy elevada, lo mismo que facilita el uso de estos aparatos, hace que la generación de la energía sea más compleja con la aparición de armónicos y de consumos inductivos y capacitivos.
Es por ello por lo que los comerciales de GENESAL ENERGY reciben una formación técnica continua y el apoyo cercano del departamento de ingeniería para ofrecer al cliente una solución óptima.
Si se adquiere un grupo subdimensionado, desde el punto de vista del usuario final, habrá una falta de potencia en determinados momentos. Se le estaría reclamando al grupo electrógeno una potencia para la cual no está diseñado, lo cual puede provocar caídas de tensión/frecuencia inadmisibles y sobrecalentamientos que podrían afectar a los aislantes del equipo. El aumento de temperatura de trabajo del motor provocará un desgaste mayor de componentes internos.
Si se adquiere un grupo sobredimensionado, el usuario final tendrá un consumo de combustible mayor para las cargas. Si el grupo trabaja continuamente a baja carga, se presentan problemas mecánicos debido a que el equipo electrógeno nunca llega a alcanzar a la temperatura óptima de funcionamiento, afectando a la combustión y, por lo tanto, también a la admisión y sistemas anticontaminación, provocando humaredas en el escape y expulsando partículas en suspensión e inquemados que, a la larga, pueden provocar una pérdida de potencia y la carbonización de componentes del sistema de admisión y escape del motor.
Para evitar tanto uno como otro caso, el motor debería trabajar de media en torno al 70% de su potencia nominal, evitando trabajar largos periodos por debajo del 30% de su capacidad.
El paso inicial y más básico es definir qué equipos se conectarán al grupo electrógeno y conocer la entrega de potencia necesaria para el proyecto. En otras palabras, saber cuál es la suma de la potencia de todos los dispositivos eléctricos que será necesario alimentar, aplicando en los casos en los que sea posible las tasas de simultaneidad y atendiendo siempre a los requisitos y necesidades del cliente.
Pero una simple operación matemática no nos dará información suficiente. Existen otros factores que debemos tener en cuenta, ya que afectan al resultado de ese cálculo. Éstos tienen que ver tanto con aspectos técnicos, como de uso y ambientales.
Es necesario tener un control muy minucioso de las grandes cargas existentes en la instalación, motores eléctricos, iluminación por lámparas de descarga o LED, son consumos eléctricos complejos de suministrar ya que cuentan con transitorios que pueden provocar consumos punta de fracciones de segundo que equipos mal diseñados no sean capaces de alimentar.
Para dimensionar el grupo electrógeno y decidir su configuración, el equipo de ingenieros tomará como base el proyecto eléctrico, mecánico o de obra civil. Éste define:
Una vez que el grupo de ingenieros de GENESAL ENERGY, cuenta con esta información, comenzará en la elaboración de su proyecto para cumplir sus necesidades, adaptándolo así no solo a los requerimientos técnicos sino también al uso que el grupo electrógeno va a recibir.
A la hora de dimensionar un grupo electrógeno se debe tener en cuenta el tipo de carga que se va a aplicar y la frecuencia de uso.
Los grupos electrógenos de GENESAL ENERGY siempre indican en las hojas de datos la potencia declarada para aplicación PRP y para aplicación STP, dado que son las dos aplicaciones más habituales.
El emplazamiento donde se instala el grupo electrógeno es determinante, en GENESAL ENERGY, contamos con soluciones para:
Este factor puede resultar sorprendente, pero si no se tiene en cuenta es capaz de echar por tierra todo un trabajo de ingeniería. Los motores necesitan oxígeno para poder funcionar, la concentración de oxígeno disminuye según aumenta la altitud a la que se encuentra trabajando lo que provoca que las mezclas dentro de la cámara de combustión resulten más pobres en oxígeno, disminuyendo así la potencia del motor hasta un 10% en los primeros 1000 m si son motores con aspiración atmosférica. Si son motores turbo a esta altura no hay pérdida de potencia.
Igualmente, los componentes eléctricos necesitan disipar calor. A mayor altitud, mayor problema de disipación tendrán, por lo que tendrán que aplicarse medidas para que el grupo electrógeno pueda estar operativo a la altitud de instalación que se requiera como, por ejemplo, sobredimensionado de interruptores, disminución de la tensión de monitorización, sistema de refrigeración adicionales, etc…
Otro de los pasos clave para dimensionar la potencia requerida en un grupo electrógeno es conocer qué tipo cargas va a alimentar. Hay que tener en cuenta que algunos equipos (bombas o motores con variadores) sufren incrementos de intensidad transitorios durante el arranque.
Merecen especial atención las siguientes cargas:
Cargas que para su funcionamiento necesiten variaciones de tensión y frecuencia.
La carga inicial que se conecta de forma simultánea al grupo electrógeno incide en el dimensionamiento de este. Lo que más va a gravar el tamaño del generador será la conexión de cargas dinámicas como motores en arranque directo o con arrancadores suaves. Por regla general:
El grupo se debe dimensionar para que, durante el arranque de estos equipos, de forma individual o simultánea, no provoque una caída de tensión/frecuencia que impediría el arranque de los motores.
En un sistema trifásico puede haber cargas monofásicas conectadas entre una fase y neutro. Es necesario verificar la distribución de cargas monofásicas entre las distintas fases. Si se carga mucho más una fase que otra, se induce en el rotor corriente parásitas (corrientes de Foucault) que pueden producir sobrecalentamientos excesivos, pudiendo llegar a destruir el rotor. Para evitar esta situación, los generadores disponen de protecciones contra un desequilibrio excesivo de carga.
Si el desequilibro de cargas es excesivo hay dos soluciones posibles:
En función de la alternativa, respecto al cálculo, se tendrá que dimensionar un grupo trifásico para poder soportar la carga máxima por fase prevista.
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Finalizaremos con un ejemplo sobre como seleccionar un grupo electrógeno, centrándonos en cómo estimar la potencia de un grupo electrógeno para un edificio de apartamentos de 12 pisos con los siguientes equipos a respaldar:
A continuación, haremos el cuadro de cargas y se definirán las potencias de arranque de cada equipo. Para este caso, veremos el escenario con más demanda para el cálculo del grupo electrógeno: uno con ascensor y otro con la escala presurizada, ya que ambos no funcionan en forma simultánea.
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