Claves de una descarbonización industrial efectiva: nuestra experiencia en Genesal Energy
Hablar de descarbonización en la industria no es solo hablar de tecnología: es reconocer la complejidad operativa y la necesidad de combinar múltiples soluciones. En Genesal Energy lo sabemos bien. Por eso, decidimos actuar.
Nuestra reforma en las naves B27 y B28 del polígono de Bergondo (A Coruña) es un ejemplo real de cómo integrar esfuerzos concretos, medidos y coordinados para avanzar hacia una industria más sostenible.
Producir energía renovable no basta: también hay que saber gestionarla.
Durante los últimos años, asumimos un papel activo en la transición energética, convencidos de que descarbonizar nuestros procesos no es una opción, sino una responsabilidad. Sin embargo, no nos engañamos: el camino no es fácil. Implica enfrentarse a consumos elevados, procesos técnicos exigentes y, sobre todo, a la necesidad de garantizar la continuidad operativa sin interrupciones. Por eso entendemos que no existe una única solución ni una fórmula mágica. Cada industria es un mundo, y cada paso cuenta.
En nuestro caso, el primer paso fue analizar. Estudiamos en profundidad nuestros consumos, pérdidas, demandas térmicas y el potencial renovable de nuestras instalaciones. Con esos datos, diseñamos una intervención basada en cuatro ejes:
- Integración de energías renovables
- Gestión inteligente de la energía
- Reaprovechamiento de flujos energéticos
- Mejora de la eficiencia global
En generación renovable, apostamos por integrar la solución en la arquitectura de nuestras naves. Instalamos 111 m² de vidrio fotovoltaico con una potencia de 13,1 kWp directamente en las fachadas, lo que no solo nos permitió generar energía limpia, sino también mejorar el aislamiento térmico. Esta actuación se completó con una cubierta fotovoltaica de 252 m² (57,3 kWp) en la nave B27. Gracias a estas instalaciones, conseguimos cubrir el 100% del consumo energético de ambas naves durante las horas de máxima radiación solar.
Pero producir energía renovable no basta: también hay que saber gestionarla. Por eso incorporamos OGGY, un sistema avanzado de almacenamiento y gestión energética que monitoriza en tiempo real y decide, de forma automática, el uso más eficiente de la energía disponible. Esta solución nos permitió reducir el consumo un 27% en solo un año.
No existe una única solución ni una fórmula mágica. Cada industria es un mundo, y cada paso cuenta.
Además, dimos un paso más: reaprovechamos la energía generada durante las pruebas de los grupos electrógenos, que antes se perdía. Hoy, gracias a la integración con OGGY, esa energía se reincorpora al sistema, reduciendo aún más nuestra dependencia de la red eléctrica.
Los resultados no se hicieron esperar: en el primer año, evitamos la emisión de más de 23 toneladas de CO₂ equivalente. Nuestras naves también mejoraron su certificación energética, pasando de una calificación “E” a “B”. Una mejora que no solo refleja eficiencia, sino un verdadero compromiso con la sostenibilidad.
Este proyecto nos ha demostrado que la descarbonización industrial no se logra con grandes gestos aislados, sino con acciones concretas, medibles y coordinadas. Requiere visión, estrategia y la capacidad de adaptar soluciones a la realidad de cada operación. Y, sobre todo, requiere compromiso.
En Genesal Energy lo tenemos claro: seguimos avanzando.
Autor: Antía Míguez Fariña, Coordinadora de Sostenibilidad, Genesal Energy