HVO, del compromiso a la realidad
En Genesal Energy, la sostenibilidad es un compromiso real que se materializa en proyectos concretos. Uno de ellos es la integración del HVO (Aceite Vegetal Hidrotratado) en nuestras pruebas de grupos electrógenos, un paso que refuerza nuestra apuesta por un modelo energético más respetuoso con el medio ambiente, sin renunciar a la calidad y fiabilidad que caracteriza a nuestros productos.
El HVO es un biocombustible de segunda generación, desarrollado a partir de residuos orgánicos como aceites vegetales usados y grasas animales. Estos residuos se someten a un proceso de hidrotratamiento que permite eliminar impurezas y mejorar sus propiedades hasta lograr un combustible con características muy similares, e incluso superiores en algunos aspectos, al diésel fósil. Entre sus principales virtudes está el hecho de ser un combustible alternativo eficiente y sostenible, que no requiere modificaciones en motores, depósitos ni sistemas de almacenamiento; por lo que puede utilizarse directamente en las infraestructuras existentes.
En Genesal Energy, cada avance hacia un modelo energético más sostenible se basa en el rigor técnico, la validación independiente y el compromiso con la calidad.
Además de ser compatible, el HVO ofrece ventajas ambientales clave. Permite una reducción de emisiones de CO₂e de hasta un 90 % en su ciclo de vida respecto al diésel tradicional, contribuye a la economía circular al valorizar residuos que de otro modo se desecharían y evita los conflictos éticos relacionados con otros biocombustibles que emplean cultivos destinados a la alimentación. Por todo ello, el HVO se ha consolidado como un aliado fundamental en la transición energética, una herramienta eficaz para avanzar de forma progresiva y realista hacia la descarbonización de la industria. En Genesal Energy, su uso es ya una realidad integrada dentro de nuestra estrategia de sostenibilidad.
Esta solución es especialmente relevante en sectores donde la fiabilidad energética es crítica y los requisitos ambientales son cada vez más exigentes, como los centros de datos, la defensa, la sanidad o las telecomunicaciones. En estos entornos, el HVO permite avanzar hacia objetivos de descarbonización sin renunciar a la seguridad operativa ni a la continuidad del servicio.
Garantizando la calidad en condiciones reales
Dar el paso hacia el uso del HVO en nuestras soluciones energéticas no se limitó a una decisión de laboratorio o a una prueba piloto en condiciones controladas. Queríamos validar su comportamiento en situaciones reales, con la misma exigencia que aplicamos a cualquier elemento de nuestras soluciones. Por eso decidimos estudiar el HVO en grupos electrógenos trabajando en entornos reales, aquellos donde realmente se pone a prueba la calidad de un combustible y su impacto en el funcionamiento de los equipos.
Elegimos dos máquinas representativas de nuestra gama y de las aplicaciones habituales de nuestros productos: un grupo de 100 kVA, en funcionamiento en una estación en Ourense, y un grupo de 200 kVA, en una estación en Ponferrada. Ambos equipos se encontraban ya en servicio, alimentando instalaciones en condiciones de uso diario y enfrentándose a las exigencias reales de carga y operación. Este contexto nos permitió obtener una visión fiel de cómo responde el HVO en el trabajo diario y, sobre todo, de cómo se comporta el combustible directamente en el entorno donde debe aportar valor.
Los análisis realizados y las pruebas en entornos reales confirman que el HVO es una solución fiable, de calidad y preparada para responder a los retos de la transición energética.
De estos grupos recogimos muestras del HVO sin alterar las condiciones ni manipular el producto. Queríamos que el análisis reflejara la realidad de su uso, porque solo así podríamos ofrecer datos útiles y garantías a nuestros clientes. Las muestras fueron remitidas a un laboratorio independiente y acreditado, al que confiamos un análisis completo y riguroso. Nuestro objetivo no era otro que confirmar, mediante datos objetivos y verificables, que el HVO que utilizamos cumple con todas las especificaciones y normativas exigidas para su uso seguro y eficiente en motores diésel.
El proceso formaba parte de nuestra filosofía de trabajo: en Genesal Energy, cada avance hacia un modelo energético más sostenible se basa en el rigor técnico, la validación independiente y el compromiso con la calidad. No basta con ofrecer un producto más limpio: debe ofrecer las mismas garantías de rendimiento y fiabilidad que nos caracterizan.
Resultados del análisis: confirmación de la calidad y la fiabilidad del HVO
Una vez teníamos las muestras las enviamos a un laboratorio especializado en combustibles, que realizó un análisis exhaustivo de las mismas, para comprobar si cumplían con lo requerido en la UNE-EN 15940, norma de referencia para combustibles de parafina sintética o biológica.
Entre los aspectos analizados destacan los siguientes:
- Densidad: Es un parámetro esencial porque está directamente relacionada con la energía que proporciona al motor en cada ciclo de combustión. Un combustible con la densidad adecuada permite un aporte energético constante y predecible, lo que se traduce en un rendimiento estable y eficiente del grupo electrógeno. En el análisis realizado, la densidad del HVO se situó dentro de los rangos especificados por la normativa para combustibles de su categoría, lo que confirma que el biocombustible es apto para mantener el nivel de prestaciones esperado en nuestros equipos, sin necesidad de ajustes adicionales ni riesgos de variación en el consumo.
- Viscosidad cinemática: Es un indicador clave del comportamiento del combustible dentro del sistema de alimentación. Este parámetro determina la capacidad del HVO para fluir correctamente por los conductos, lubricar adecuadamente las piezas móviles y garantizar una pulverización eficiente en los inyectores. Una viscosidad adecuada favorece una atomización óptima del combustible, lo que permite una combustión homogénea y completa, reduciendo la formación de residuos y mejorando la eficiencia global del motor. En nuestras pruebas, la viscosidad del HVO cumplió sobradamente con los requisitos normativos, confirmando que su uso no genera riesgos de depósitos, obstrucciones ni irregularidades en el suministro.
- Perfil de destilación: El análisis del perfil de destilación nos permitió comprobar la estabilidad y volatilidad del HVO en distintos rangos de temperatura. Estos aspectos son críticos para asegurar un funcionamiento fiable del motor tanto en el arranque como en la operación sostenida bajo distintas cargas. Un buen perfil de destilación asegura que el combustible se vaporiza y quema de forma adecuada en todo el rango de funcionamiento del motor, sin generar problemas de evaporación excesiva ni dificultades de encendido en condiciones normales. El HVO analizado mostró un comportamiento alineado con los estándares técnicos, garantizando un funcionamiento seguro y consistente en distintas situaciones de trabajo.
- Comportamiento en frío: Uno de los aspectos donde el HVO destacó especialmente fue en su comportamiento en condiciones de baja temperatura. Este parámetro es crítico, sobre todo en entornos donde el clima puede representar un desafío adicional para los combustibles líquidos. El análisis confirmó que el HVO mantiene un excelente rendimiento a bajas temperaturas, evitando la formación de cristales que puedan obstruir filtros o circuitos y asegurando que los motores arrancan y funcionan sin incidencias incluso en situaciones climatológicas adversas. Este resultado refuerza la idoneidad del HVO para aplicaciones en entornos variables y exige menos intervenciones o precauciones adicionales frente a otros combustibles.
- Número de cetano: Es un indicador directo de la capacidad del combustible para encenderse de forma rápida y uniforme bajo las condiciones de compresión típicas de un motor diésel. Un número de cetano adecuado se traduce en arranques más rápidos y suaves, menores emisiones de gases contaminantes en el encendido y un funcionamiento más regular del motor durante toda la operación. El HVO analizado mostró un valor de cetano que asegura estos beneficios, reafirmando su potencial para ofrecer un rendimiento comparable al diésel convencional y garantizar la fiabilidad de los equipos en los que se emplea.
- Contenido de agua y partículas sólidas: La pureza del combustible es un factor determinante para la durabilidad y buen estado del sistema de alimentación y combustión. La presencia de agua o partículas sólidas puede provocar corrosión, desgaste prematuro de componentes, obstrucción de inyectores y otros problemas que comprometen la vida útil de los equipos. El análisis certificó que el HVO utilizado presentaba niveles muy bajos tanto de agua como de partículas, dentro de los límites exigidos por la normativa, garantizando un suministro limpio y seguro que protege el sistema y contribuye al mantenimiento de los estándares de calidad y fiabilidad característicos de Genesal Energy.
En conjunto, los resultados obtenidos confirman que el HVO es un combustible que cumple con los requisitos normativos y técnicos necesarios para su uso seguro en motores diésel. Su comportamiento en las pruebas refuerza su principal ventaja: la capacidad de integrarse en las infraestructuras existentes sin necesidad de adaptaciones, lo que facilita una adopción inmediata en proyectos donde otras alternativas, como la electrificación completa, aún no son viables desde el punto de vista técnico o económico. Así, el HVO se consolida como una opción realista y eficaz para avanzar en la descarbonización sin comprometer la fiabilidad ni el rendimiento de nuestros grupos electrógenos.
Conclusión
Los análisis realizados y las pruebas en entornos reales confirman que el HVO es una solución fiable, de calidad y preparada para responder a los retos de la transición energética. En Genesal Energy, estos resultados suponen un respaldo objetivo a nuestra apuesta por un combustible que conjuga sostenibilidad y rendimiento, una herramienta que nos permite reducir la huella de carbono de nuestros productos sin comprometer su seguridad ni su eficacia.
El HVO es un biocombustible de segunda generación, desarrollado a partir de residuos orgánicos como aceites vegetales usados y grasas animales.
El uso de HVO en nuestros grupos electrógenos no es un gesto simbólico, sino parte de una estrategia global que combina innovación tecnológica, compromiso ambiental y rigor técnico. Cada paso que damos en esta dirección está apoyado en datos, en pruebas reales y en la certeza de que estamos contribuyendo de forma efectiva a un modelo energético más limpio y responsable.
Mirando al futuro, continuaremos trabajando en esta línea, explorando y validando nuevas soluciones que permitan a nuestros clientes avanzar hacia la descarbonización de sus actividades con la tranquilidad de contar con productos de la máxima calidad. Porque en Genesal Energy estamos convencidos de que la sostenibilidad no se proclama: se demuestra con hechos.