Protegemos las instalaciones
vitales para la sociedad
Aeropuertos, hospitales, estaciones de tren, centros logísticos, redes eléctricas, estaciones de bombeo, centros de investigación médicos, farmacéuticos… Todas estas infraestructuras son instalaciones críticas, aquellos sistemas físicos o virtuales que facilitan los servicios esenciales para el buen funcionamiento de una sociedad y de su economía. En ellas la energía es indispensable y por eso su red eléctrica de emergencia debe estar formada por grupos electrógenos seguros y fiables.
La ausencia de electricidad en un hospital impediría el correcto funcionamiento de las urgencias y faltarían suministros clave para la asistencia y cuidado de los pacientes. Si en un aeropuerto fallase el suministro eléctrico, los aterrizajes y despegues serían imposibles y se pondría en riesgo la seguridad de los pasajeros y ¿qué pasaría si la red de carreteras se queda sin luz? Sería el caos.